viernes, 15 de marzo de 2013

EL FOVISMO

El fovismo, también conocido como fauvismo, en francés fauvisme, (aprox. 1905-1908) 
fue un movimiento pictórico francés caracterizado por un empleo provocativo del color. 
Su nombre procede del calificativo fauve, fiera en español, dado por el crítico de arte 
Louis Vauxcelles al conjunto de obras presentadas en el Salón de Otoño de París de 1905.

 El precursor de este movimiento fue Henri Matisse y su mayor influencia en la pintura 
posterior se ha relacionado con la utilización libre del color.



El fundamento de este movimiento es la liberación del color respecto al dibujo exaltando 
los contrastes cromáticos. 

FOVISMO a través de MATISSE



Mediante este planteamiento consiguieron una complementariedad entre colores, 
lo que producía un mayor contraste visual y una mayor fuerza cromática.

KEES VAN DONGEN, seudónimo del pintor Cornelis Thòdorus Marie van Dongen. 
Este pintor nació en Holanda el 26 de Enero de 1877 y falleció en Mónaco el  28 de Mayo 
de 1968.



Se estableció en París a partir de 1897 y obtuvo la nacionalidad  francesa en 1929. 
Fue miembro del grupo fauvista

Con 16 años comenzó a estudiar pintura en la Real Academia de Bellas Artes de Rotterdam. Hasta 1897 frecuentó el distrito rojo del puerto, pintando a marineros y prostitutas.

A partir de 1897 vivió  en París y para sobrevivir trabajó de cargador, vendió periódicos, 
hizo de retratista callejero y pintor de edificios… estaba dispuesto a hacer lo que fuese 
necesario para salir adelante.

KEES VAN DONGEN, 1877 - 1968



En 1905 expuso en el Salón de Otoño junto con Matisse y Darein.

DAREIN



 KEES VAN DONGEN



Los colores vivos de sus obras dieron origen al nombre del grupo “fauvistas”  
Sin embargo, las pinturas de Kees van Dongen fueron consideradas escandalosas, 
incoherentes y se le expulsó del salón. La crítica fue feroz con él.

Sus mejores años de creación ( 1895-1931) se vieron empañados, posteriormente, por 
la vergonzante aceptación de hacer un viaje a la Alemania nazi en 1941, junto con otros 
artistas franceses, viaje organizado por Arno Breker  (escultor que trabajará en Alemania realizando encargos para los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936) y Otto Abetz 
(embajador alemán en París)



Ese viaje formaba parte de una campaña propagandística que trataba de acercar a la intelectualidad francesa al nazismo.

Es cuando menos curioso, el hecho de que estos artistas aceptasen esa invitación, cuando 
el Fauvismo, sería uno de los istmos, considerado como muestra de "arte degenerado" en 
la exposición "Entartete Kunst", organizada por el ministro de propaganda de Hitler
Josef Goebbels, que reunió más de 650 obras de vanguardia en Munich y que terminaron 
siendo vendidas o destruidas.

Kees van Dongen y Brigitte Bardot en el estudio del pintor.



En la actualidad se continua usando el Fauvismo pero con otros nombres, como por
ejemplo el ABSTRACTO 

Una muestra de ello podría ser por ejemplo de esta gran artista canadiense

MARTINA SHAPIRO



Hasta pronto.



domingo, 10 de marzo de 2013

HISTORIAS DE CUANDO NO ERAN FAMOSOS

En la historia del arte conocemos las obras cuando el artista es famoso.
Muchas veces ignoramos las circunstancias, los motivos y los lugares en que
se realizaron.

Este homenaje es a cuatro pares que cobijaron a unos artistas.
JHON RICHARSON  biógrafo de Picasso
Describe su estudio y la casa donde vivía, como un mugriento edificio en Monmartre
París que albergaba un grupo de artistas sin dinero, era una cueva desvencijada con
ratas, sin electricidad.
El marchante de Picasso DANIEL KAHNWEILER escribiría años mas tarde.
Nadie puede imaginarse la pobreza, la deplorable miseria de esos talleres, el papel se
caía de las paredes sin enyesar.
Había polvo sobre los dibujos y telas sobre los maltrechos sillones. Al lado de los sillones
había una especie de pila de lava, formada por cenizas. Pero en medio del caos ellos se 
entregaban a su trabajo.

Pero estas cuatro paredes saben más que nadie sobre el arte del siglo XX

LA CASA DEL TRAMPERO



Es un inmueble situado en el barrio de Montmartre, en el distrito 18 de París 
Es sobre todo conocido por haber sido, a principios del siglo XX, lugar de residencia y 
de reunión de numerosos pintores y escritores.
Fue rebautizado por Pablo Picasso y sus compañeros en 1904 como Bateau-Lavoir 
(barco-lavadero) porque su estructura de madera recordaba a los barcos amarrados a las 
orillas del Sena y utilizados como lavaderos. Y este es el nombre que qué se mantiene
 hasta la actualidad.

En 1970 sufrió graves daños a consecuencia de un incendio (en la actualidad sólo queda 
la fachada del edificio original) y fue reconstruido para emplearlo como alojamiento de 
artistas extranjeros.

Estaba situado en el número 13 de la calle Ravignan (antigua calle Émile Goudeau) y el 
primer artista en instalarse en él, en 1892, fue Máxime Maufra.



El lugar se convirtió rápidamente en un lugar de encuentro de artistas, entre los que 
destacaba la presencia de 
Paul Gauguin.




Entre 1900 y 1904 fue ocupado por dos grupos de artistas, el de los italianos, agrupados 
en torno a Ardengo Soffici, escritor y pintor




y el de los españoles, encabezados por Paco Durrio. escultor,ceramista y diseñador
de joyas retrato de Durrio realizado por Paul Gauguin


Picasso llegó en 1904, al final de su PERÍODO AZUL



para comenzar su PERÍODO ROSA



Vivió allí hasta 1909 y conservaría un taller hasta 1912.

En esa época, los habitantes eran Kees Van Dongen,



Juan Gris,



Constantin Brancusi, escultor



Modigliani



Pierre Mac Orlan. Aunque quiso ser pintor, fue poeta, periodista, autor de letras 
de canciones, novelista, guionista  



Max Jacob. Fue un escritor, poeta, dramaturgo y pintor
Retrato de Max Jacob por Amedeo Modigliani.



En 1907 se expone allí por primera vez el cuadro de Picasso Las señoritas de Avignon.



Realizado en aquellos estudios sin luz con un calor espantoso, Picasso se encerró
por las noches y lo pintaba desnudo. Mientras realizo la obra no entraba nadie, pues 
escogió un estudio solo para el. Cuando vio la obra Picasso la luz fue una critica general 
de todos sus amigos como lo peor que podía existir en pintura y que era una aberración.

Pero fue entonces cuando estas cuatro paredes vivió la revolución artística que cambio
las formas expresivas del arte. Pues nacería el CUBISMO de la mano de los españoles
Pablo Picasso, Juan Gris y los franceses  Georges Braque y Fernand Léger



Entre las muchos artistas de todas las ramas del arte que solían frecuentar el lugar 
estaban Henri Matisse, Georges Braque, Fernand Léger, André Derain, Raoul Dufy, 
Maurice Utrillo, Jean Metzinger, Louis Marcoussis, Guillaume Apollinaire, Alfred Jarry,
Jean Cocteau, Raymond Radiguet, Gertrude Stein, Charles Dullin, Harry Baur, 
Ambroise Vollard, etc.

Es por todo ello, que hoy le hago este pequeño homenaje a unas paredes, sin luz con ratas
llenas de polvo, pero que bajo su hospicio  cambiaron la historia del arte.

Hasta pronto.


viernes, 1 de marzo de 2013

LAS MUJERES DE PABLO PICASSO

Picasso fue un artista que su vida estuvo marcada por amantes, esposas y divorcios.

1\2

Pero hubo una mujer que estuvo apunto de cambiar su vida y no costa en estos reportajes.

2\2

Tan bella mujer, se llamaba y se llama " LA GIOCONDA "



Cuando desapareció la Mona Lisa , los diarios de la época sugirieron que la policía 
estaba tras los pasos de una banda que había llegado a la capital francesa para robar 
grandes obras de arte.



Se creyó que era una banda internacional porque era Gery Pieret era belga, Apollinaire 
tenía un pasaporte ruso (aunque había nacido en Italia) y Picasso era español.


Las conjeturas de la policía no eran del todo infundadas.


Cuatro años antes, en 1907, el genio español y Apollinaire sí estuvieron implicados en 
otro golpe al museo.

El belga Joseph Géry Pieret, amigo del poeta Apollinaire, robó dos antiguas estatuillas 
ibéricas que terminaron en la casa de Picasso, por el irrisorio precio de 50 francos.





En 1911, Pieret robó una tercera pieza que luego devolvió a través del Jornal del París.

Picasso utilizó las dos primeras piezas para plasmar Las señoritas de Avignon , que marcó 
tal vez un punto de inflexión en la historia de la pintura universal.




La verdadera trama de este embrollo pasó desapercibida hasta que Fernande Olivier.



La modelo y por aquellos años amante de Picasso, publicó mucho años después, en 1933, 
el trasfondo de esta historia en su libro de memorias Picasso y sus amigos. 
Fue ella quien contó que quisieron deshacerse de las obras y que Picasso era partidario 
de tirarlas al Sena, cosa que intentaron, pero al final no se atrevieron porque creyeron que 
los perseguían.
Finalmente Apollinaire las vendió en forma anónima a través del París Jornal y entonces los pillaron.


Sobre el final de su vida Picasso



Se animó a hablar de aquel incidente: “¿Se acuerdan del asunto en el que me vi 
envuelto cuando Apollinaire robó unas figuras del Louvre? Bien, ¡si miran las 
orejas de Las señoritas de Avignon reconocerán las orejas de estas piezas escultóricas.


EL ROBO DE LA MONALISA


Las sospechas incluyeron la detención del poeta Guillaume Apollinaire en septiembre 
de 1911, un mes después de que la Gioconda desapareciera del Louvre y hasta un 
interrogatorio al futuro autor del Guernica .



También existió un dramático careo entre los dos amigos en el que Picasso negó 
conocerlo.

Cuando Pablo Picasso tuvo que elegir entre su futuro de gloria o un gran amigo, no dudó: 
se quedó con la primera opción.
La segunda posibilidad tenía –es cierto– algunas consecuencias indeseables, como la 
cárcel o la mismísima expulsión de Francia, que bien podría haber significado el final de 
su prometedora carrera.
La policía francesa sospechaba que el creador del cubismo formaba parte de una banda internacional de traficantes de arte; no de cualquiera; sino de la que se quedó durante un 
buen tiempo con la obra más famosa y deseada de todas; la Mona Lisa.

El pintor, que apenas había pasado los 30, vio a su amigo esposado y asustado, pasó dos 
días preso, pero no titubeó cuando los enfrentaron y le preguntaron si lo conocía. “Jamás 
lo he visto”, dijo.

Fueron dejados en libertad 


Un cantante, en las calles de París vendiendo una canción alusiva al robo: "L'as-tu vue? 
La Joconde?"




VINCENZO PERUGIA y EDUARDO VALFIEMO

Vicente Perugia carpintero aventual del Louvre fue quien realizo el robo.




La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo.


Un estafador argentino llamado Eduardo Valfiemo convenció al carpintero italiano 
Vincenzo Perugia  para que robase el cuadro, con el fin de venderlo por una cifra 
millonaria. 
En realidad la intención de Valfierno era la de vender copias falsas del cuadro a 
cuantos incautos picaran, pero para ello había que hacer desaparecer a la 
auténtica Gioconda previamente. 

Y dicho y hecho, antes de urdir el plan del robo, el argentino se puso en contacto con el 
pintor francés Yves Chaudron, quien se creía capaz de falsificar cualquier cosa, y si lo hizo, 
hasta seis copias casi perfectas le entregó al estafador. 
Valfiemo hizo negocio con cinco coleccionistas estadounidenses y un brasileño, a quienes 
les vendió falsificaciones realizadas por el pintor Yves Chaudron, por enormes sumas de 
dinero.

EDUARDO VALFIEMO



En 1931, Valfierno contó su historia a un periodista estadounidense, Karl Decker, 
revelando la identidad de los estafados con las falsificaciones.
Sin embargo nunca se recibió denuncia alguna por las estafas que sufrieron los 
compradores, pero Valfierno murió rico.

VINCENZO PERUGIA



Mientras tanto, Perugia, cansado de esperar noticias de Valfierno, que nunca 
llegaron según la versión oficial, se trasladó de nuevo a Italia.
En mayo de 1913 leyó en un periódico que un anticuario de Florencia estaba 
dispuesto en la compra de todo tipo de obras de arte. Perugia se puso en 
contacto con él y le ofreció el cuadro por medio millón de dólares y la condición 
de que nunca volviera a salir de Italia.
Al principio pensó que se trataba de una broma, aunque concertó una cita a la que 
acudió acompañado de su amigo, el director de la Galería de los Uffizi, Alfredo Geri.

La entrevista tuvo lugar en el Hotel Trípoli de Florencia, donde el ladrón, para su 
asombro, les mostró el cuadro, guardado en un  cajón y envuelto en una tela roja.

Tras dar aviso a la policía, Perugia fue detenido, y más tarde declararía que su 
intención era vengar los numerosos robos cometidos por Napoleón en Italia, 
ignorando que no había sido éste uno de ellos.
No sabía que Leonardo da Vinci llevó esta pintura como un regalo para el rey 
Francisco I cuando este lo llamó a Francia para que fuera pintor de su corte.



Perugia alegó que el robo había sido perpetrado para devolver la obra a su 
verdadera patria, y que él sólo era víctima de un estafador.

Peruggia fue considerado casi como una especie de héroe nacional en Italia y 
se le aplicó una leve pena de un año y quince días de prisión, de los que tan sólo 
cumpliría la mitad. Murió en 1947.

El amigo de Picasso, el poeta  GUILLAUME APOLLINAIRE



Al estallar la guerra de 1914, se alistó como voluntario para conseguir la nacionalidad 
francesa y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916; ese año se le concede la 
nacionalidad francesa, murió dos años después, víctima de la gripe española, cuando 
aún estaba convaleciente.

Hasta pronto.